La polémica por las tallas mínimas de las modelos de Cibeles o por las imágenes de mujeres esqueléticas en los medios de comunicación no han logrado sensibilizar al Parlamento Europeo. Los eurodiputados españoles han rechazado recomendar que medios y publicistas “adopten una actitud editorial más responsable en relación con la presentación de mujeres extremadamente delgadas como modelos de referencia y muestren una gama más realista de imágenes corporales”.

Estas líneas formaban parte de un informe sobre el impacto del marketing y la publicidad sobre la igualdad entre mujeres y hombres, aprobado por la Eurocámara este miércoles. Sin embargo, el llamamiento a la responsabilidad de los medios fue suprimido a petición de una mujer española, la eurodiputada popular Esther Herranz, que contó con el voto de los socialistas.

Además de esta enmienda, también se rechazó la creación de órganos de control nacionales que gestionen las críticas del público y evalúen lo publicado sobre la imagen de la mujer. Igualmente, se eliminó la petición a la Comisión y a los Estados miembros para que elaborasen un código de conducta en el ámbito de la publicidad con el objetivo de que las empresas de marketing respeten el principio de igualdad entre hombres y mujeres y eviten los estereotipos sexistas.

Fuentes de ambos partidos aseguran que el rechazo a estas enmiendas, que habían recibido el visto bueno de la comisión parlamentaria de Derechos de la mujer, se produjo por la división entre aquellos que defienden una autorregulación, una sensibilidad compartida por los países del sur, y aquellos que son partidarios de marcar algunas líneas rojas en temas tan sensibles, liderados por los diputados alemanes.

Según las mismas fuentes, ha habido voces desde nuestro país contrarias a cualquier tipo de imposición, a pesar de que este informe no introduce ninguna regulación por no ser vinculante, sino que reúne una serie de consejos, como el adoptar una actitud “más responsable”.